domingo, 4 de noviembre de 2012

LA CONQUISTA INCA

La conquista Inca



Luego de invadir y conquistar a los Paltas, los Incas empezaron a avanzar sobre los Cañarís. Fue aún más difícil para ejércitos incaicos, pues los rechazaron luchando con bravura, obligándolos a replegarse hacia tierras de lo que hoy es Saraguro, donde debieron esperar la llegada de refuerzos para poder reiniciar la campaña. Esta vez, considerando la inmensa superioridad numérica de los incas, los Cañaris prefirieron pactar y someterse a las condiciones impuestas. Después de esto Túpac Yupanqui fundó la ciudad de Tomebamba, actual ciudad de Cuenca, donde nacería Huayna Cápac quien, a su vez, tuvo varios hijos, de los cuales dos destacaron, sobre todo por su protagonismo en los sucesivos acontecimientos: Huáscar y Atahualpa.
 Después de la muerte de su progenitor ambos acumularon poder político y militar a la vez que articularon pueblos y nacionalidades en torno a sus respectivos proyectos políticos para el llamado Tahuantinsuyo. Todo desembocó en una serie continua de acontecimientos bélicos (dos mil kilómetros a pie, trece batallas, medio millón de hombres de guerra en pie) cuyo increíble final fue el de la derrota de las huestes oficiales incas de Huáscar, quien fue hecho prisionero y ejecutado. A la par, intervenía un agente inesperado para terciar por el poder y quien finalmente se impuso por un período que duraría trescientos años: los españoles. Tanto las relaciones bélicas, como la intervención española en el escenario histórico han sido estudiadas por el historiador ecuatoriano Luis Andrade Reimers, quien ha logrado aportar un punto de vista objetivo sobre tales acontecimientos.

Ingapirka es una palabra quichua que significa Muro del Inca. Es una construcción auténticamente incásica, a pesar de que este nombre se haya utilizado en designar diversas ruinas prehispánicas, sin que necesariamente su origen tenga que ver con la cultura incásica.

El conjunto de vestigios arqueológicos de Ingapirca, es conocido desde mediados del siglo XVIII, y al valle del Cañar en el que se encuentran estos aposentos, se lo denominaba en el siglo XVI como provincia de Hatun Cañar (quichua: Hatun Kañar).Fray Gaspar de Gallegos, cura párroco de Sant Francisco Pueleusi de Azogue, escribe en 1582:
"Se llaman generalmente los cañares, porque tres leguas de aquí está un pueblo que se llama Hatum Cañar que quiere decir en la lengua Inca "La provincia grande de los cañares"; y allí dicen que en tiempo del inca Guaynacaba,(Huayna Cápac) había grandes poblaciones de indios y que allí era la principal cabeza de estos cañares; y así parece, porque en el día de hoy hay grandes y muy suntuosos edificios, y entre ellos una torre muy fuerte..."
No se sabe a ciencia cierta cuáles fueron los fines para los que fue construido este edificio de origen Inca-Cañari, el único criterio en el que coinciden varios historiadores y arqueólogos es que fue construido bajo las ordenes exclusivas del inca Huayna Cápac, durante las campañas de conquista que su padre Túpac Yupanqui, iniciara años atrás, hacia los territorios que hoy comprenden el sur del Ecuador.
Al parecer jugó un gran papel dentro de las estrategias militares incas, como puesto de avanzada y aprovisionamiento de las tropas hacia el norte del Ecuador, pero su más importante objetivo era, el de ser un lugar de adoración y veneración al sol, el máximo Dios Inca, constituyéndose así en un Coricancha, dedicado al ritual Inca. Las ruinas de Ingapirca fueron excavadas y restauradas por una Misión Arqueológica de España entre los años 1974 y 1975. Esas investigaciones dieron origen a varias publicaciones de los arqueólogos José Alcina, Miguel Rivera y Antonio Fresco. http://www.youtube.com/watch?v=eqbKARUqjc0


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